Por Natalie Carley
Reforma Siglo XXI, Vol. 8, No. 1
(Este artículo fue escrito originalmente para estudiantes de seminario. Lo incluimos por lo actual y lo urgente de su mensaje)
Escribo lo siguiente porque me pesa un problema muy generalizado, aún en el mundo evangélico. Este problema tiene que ver con la falta de honestidad. Hay cristianos estudiantes que copian en los exámenes, por ejemplo, o adultos que mienten y defraudan en otras maneras. Se les dice “No hagas eso,” pero parecen sordos en cuanto a la exhortación. Esta situación es preocupante.
Me preocupa porque no tiene sentido estudiar la Biblia y aprender los atributos de Dios, por ejemplo, si no eres transformado por lo que estudias. La Palabra de Dios tiene que ser más que unas palabras en una hoja. Por ejemplo si tú copias en la clase de griego, y te descubren y te quedas en griego, yo opino que no simplemente has fallado en griego sino que, más importantemente, fallaste en la teología propia, es decir, la doctrina de quién es Dios. Porque pensaste que podías copiar y no importaría. Pensaste que era una cosa pequeña, demostrando que no conoces a Dios. Y no conoces al hombre, la imagen de Dios. El conocimiento de DIOS es la clave para cambiar.
Lo siguiente es presentado en forma de estudio breve. Para aprovecharlo, se debe buscar los versículos en su contexto. O bien se puede utilizar como material para un estudio bíblico sobre este tema.
I. ¿Quién es DIOS?
Jn. 1:14 “lleno de gracia y de verdad”
Jn. 14:6 “Yo soy el camino, la VERDAD, y la vida.” Ser verdad es parte de quien es Cristo. El mismo se identificó así
Jn 18:37 “para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad oye mi voz.”
Dt. 32:4 “Dios de verdad”
1Jn. 1:5 Dios es LUZ: una metáfora para la verdad
Sal. 146:6 Dios “guarda la verdad para siempre”
Imagínate si Dios mintiera una sola vez. ¿Qué resultado tendría para el resto de su comunicación con nosotros? ¿Podríamos confiar en el resto de lo que nos diga? No. Si Dios nos mintiera una sola vez, no podríamos confiar en nada de lo que nos dice.
Ef. 6:14 La verdad es parte de nuestra armadura espiritual. Si somos ceñidos con la verdad, somos ceñidos con el Espíritu
La verdad no es algo opcional, algo extra, sino que es parte de quién es Dios. Dios es verdad. Dios inventó la verdad.
II. ¿Quién es el HOMBRE?
El hombre es creado a la imagen de Dios
¿Qué es ser creado ‘a la imagen de Dios’? Una imagen glorifica al original. Como imagen de Dios, reflejamos a Dios en el mundo. Esto es lo que somos, imagen de Dios. Lo reflejamos si queremos o no, porque nuestra esencia consiste en ser imagen de Dios. Lo reflejamos bien o lo reflejamos mal dando una mala representación de quién es Dios, pero no podemos escapar de reflejarlo.
¿Cómo reflejamos fielmente a Dios?
Ef. 5:1 Imitamos a Dios. Reflejamos a Él por medio de imitarle. Dios llenó el mundo con imágenes de Él para traerle gloria.
Mat. 5:16 Imitamos a Dios para que el mundo nos vea y glorifique a Dios
Si hago lo malo, estoy dando mal reflejo de quien es Dios. Si copias en el aula, con tus hechos estás contradiciendo lo que estás predicando con tu boca. Y si miento, no tan solamente NO estoy imitando a Dios, sino que estoy imitando a alguien más:
Jn. 8:44 Si mentimos, imitamos al padre de las mentiras, Satanás.
No hay neutralidad. Imitamos a Dios o a Satanás, al uno o al otro
¿Crees que la deshonestidad es una cosa pequeña? Si así crees, no conoces a Dios. Necesitas aplicar Rom. 12:1.2 y no conformarte a este mundo. Vivimos en una cultura donde la deshonestidad es aceptable. Pero no es excusa. Dice la Palabra que no os conforméis a este siglo sino que seamos transformados por la renovación de la mente, de acuerdo con la Palabra.
La seriedad del pecado de deshonestidad es clara en la Biblia. Por ejemplo, vemos las consecuencias severas a Ananias y Safíra cuando mintieron. Fueron matados no por escatimar su donativo sino por mentir acerca de ello.
Sal. 5:6 Nota que ¡los mentirosos y tramposos están mencionados juntos con los asesinos! ¡Es tan serio!
Sal. 101:7 “Jamás habitará bajo mi techo nadie que practique el engaño, jamás prevalecerá en mi presencia alguien que hable con falsedad.”
Prov. 6:16-19 Hay seis cosas que el Señor aborrece, y siete que le son detestables: …la lengua que miente (es la segunda cosa)…el falso testigo que esparce mentiras (es la sexta) Fíjate que dos de las 7 cosas que Dios odia tienen que ver con deshonestidad. No es una cosas menor.
Prov. 12:22 El Señor aborrece los de labios mentirosos
Apoc. 22:15 Otra vez la mentira está en una lista de pecados serios, juntos con la inmoralidad sexual, etc. Nosotros consideramos inmoralidad sexual algo serio, pero casi nada más. Nuestra lista de “pecados serios” no es la misma que la lista de Dios. Estos textos muestran la seriedad de la deshonestidad. Si tú piensas que es una cosa pequeña, no conoces a Dios, en un sentido estás sirviendo a un dios de tu propia creación, no el Dios de la Biblia.
Jerry Bridges escribe que si fuéramos realmente honestos, tendríamos que admitir que nuestra meta no es la de no pecar sino que nuestra meta verdadera es la de no pecar tanto. Nos permitimos algunos pecados, a lo mejor aquellos que no consideramos serios, y a menudo la deshonestidad es uno de estos. Pero esta no es la perspectiva de Dios. Dios es verdad y la falsedad no es una cosa pequeña para Él.
III. Si amamos a Dios, amaremos la verdad, porque DIOS ES VERDAD (Favor de leer los versículos)
1 Jn. 1:6-8 Dios es luz y en Él no hay tinieblas.
Zac. 8:16 Su deseo para nosotros (leer este versículo)
Mat. 5:37 Nuestro sí debe ser sí, y nuestro no, no.
Sal. 15:4 Nos enseña que debemos cumplir con lo prometido, aunque salgamos perjudicados. Nos debe constreñir tanto la verdad que estemos dispuestos a sufrir para ser honestos.
Prov. 26:28 (leer)
El Catecismo Mayor de Westminster pregunta #144 y 145 dan listas extensas de maneras de guardar o quebrantar el noveno mandamiento. Consulta para tener una buena medida de lo que pensaban nuestros padres espirituales sobre este tema.
¡Que Dios nos ayude para que le reflejemos fielmente, siendo portadores tenaces de la verdad!