Por Guillermo Green
Reforma Siglo XXI, Vol. 8, No. 2
Cuando utilizamos aquí el término ‘paganismo’, no nos referimos a un estilo de vida desenfrenada, como muchas veces decimos «¡ese es un pagano!». Con el término ‘paganismo’ nos referimos técnicamente a una religión que niega al Dios Creador de la Biblia, y busca en el universo las ‘fuerzas’ que se imponen sobre la vida humana. El paganismo es fundamentalmente chamanista, es mágico, levanta gurúes y se apoya en toda clase de ritos, palabras, talismanes, etc.
Hoy es obvio (para la persona que observa) que la cultura occidental está regresando al paganismo. Después de haber sido influenciada principalmente por el Cristianismo durante milenio y medio, hoy presenciamos un rechazo del Cristianismo histórico a favor de un nuevo/viejo paganismo. América Latina sigue a los países del norte de cerca.1
Hace 4 días estaba viendo un programa en la televisión. Con toda seriedad el apóstol que hablaba nos avisó, alegre, que ahora podíamos bajar una bendición del internet. Él había ‘desatado’ esa bendición, y ahora estaba disponible con sólo un ‘clic’ del ratón (gratuito o con la ‘semilla’ por delante, no lo sé). Parece que ahora no hace falta ni la fe para recibir bendiciones – sólo una computadora y conexión al internet. Y al recibir la bendición en mi computadora, seguramente bendice mi equipo, y probablemente bendice todo lo que sale de mi computadora, lo cual significa ¡que este artículo sería inspirado por Dios mismo! Bueno…
El carácter chamanista del ejemplo verídico anterior debe ser claro para todos nosotros. Nada tiene que ver con la religión bíblica. Lo que preocupa hoy no son los herejes vestidos en saco y corbata de pastor que ocupan púlpitos ‘evangélicos’ – esto es de esperarse, pues el mismo Jesús y Pablo nos advirtieron muy claramente sobre lo mismo (ver p.ej. Mateo 24:5 y 2 Timoteo 4:3,4). Lo que realmente preocupa es la cantidad de individuos y congregaciones que no sólo escuchan tranquilamente, sino ¡aplauden sus herejías! La falta de capacidad de poder discernir la diferencia entre el paganismo descarado y el Cristianismo bíblico debe preocupar a todo siervo de Dios. El paganismo no sólo ha llegado a América Latina. Ha entrado en la Iglesia de Jesucristo en América Latina, y está haciendo estragos. ¿Por qué esto ha pasado tan fácilmente? ¿Cómo puede ser que tantos líderes han caído en esta trampa sin darse cuenta? ¿Cómo puede ser que los que se consideran Cristianos defiendan a estos líderes y estas prácticas con una vehemencia que no muestran ¡ni por la propia Palabra de Dios!?
Quiero compartir tres motivos por los cuales yo creo que América Latina será presa fácil para un avance masivo del paganismo, y las razones por las cuales creo que podemos esperar que crezca aún más, posiblemente eclipsando por completo al Cristianismo bíblico si no peleamos con valentía e inteligencia.
1) Motivo #1: La larga tradición de sincretismo en el Catolicismo y ahora en el pentecostalismo
Cuando el Catolicismo llegó a América, sus motivaciones estaban demasiado comprometidas con la conquista española y portuguesa. A pesar de que algunos de los misioneros Católicos realmente querían compartir el Evangelio (según lo entendían), muchos estaban obligados – por motivos personales o por la
fuerza de autoridades políticas – a mezclar la religión con la política. En la práctica esto llevó a la iglesia Católica a emplear un pragmatismo muy efectivo, el de imponer la religión Católica sobre las culturas autóctonas, pero sin una transformación profunda de cosmovisión y de religión. Nunca sucedió una ‘conversión’. Siendo culturas animistas, paganas, el resultado fue lo que conocemos hoy en el Catolicismo sincretista latinoamericano. Las formas externas se ajustan en gran medida a Roma, pero el pensamiento y el ‘corazón’ del Católico latino sigue siendo en gran medida animista o pagano. La virgen y los santos son seres (fuerzas) benignos que nos ayudan en contra de un sin fin de fuerzas y situaciones incontrolables y malas. Objetos (agua bendita, crucifijos, etc) y lugares especiales (apariciones de la virgen, templos, altares, etc.) son muy importantes en el Catolicismo latino, porque sustituyeron objetos, ritos y lugares de las viejas religiones. El hombre juega en el campo de muchas fuerzas ‘buenas’ y ‘malas’, y tiene que ver cómo acapara la ayuda de ‘dios’ en contra de la maldad en el mundo. Todo esto es simplemente paganismo puro – a pesar de los términos bíblicos usados. La brujería y el Catolicismo siempre han convivido en paz, muestra de su verdadera esencia. La tradición sincretista Católica es tan arraigada, que la mayoría de las personas no saben distinguir entre lo uno y lo otro. En Centroamérica, por ejemplo, muchos se sorprenden al saber que el ‘novenario’ (nueve días de velar después de la muerte de un ser querido) no es una práctica universal del Catolicismo. No he podido definir con exactitud sus orígenes todavía. Sospecho que las diferentes prácticas con respecto a los muertos obedecen ritos antiguos ancestrales de las diferentes regiones de América. Cuando el protestantismo por fin pudo comenzar a crecer en América Latina en el siglo 19, su crecimiento fue generalmente lento, porque la mayoría de estas iglesias eran iglesias históricas (Presbiterianas, Metodistas, Moravas) que exigían una transformación más profunda de cosmovisión, de perspectiva global del universo. Aunque lento al principio, la base fundada en algunos casos dio gran fruto a lo largo de la historia. Hoy tenemos dos iglesias Presbiterianas grandes en México y Brasil. Con base en una fuerte enseñanza bíblica, estos movimientos se esforzaban por romper con el sincretismo, haciendo verdaderos discípulos de Jesucristo.
Pero con la irrupción del pentecostalismo en el siglo 20, especialmente a mediados y a finales del siglo, el panorama cambia. Tirando todo orden por la borda, muchas iglesias pentecostales e iglesias independientes brotan por doquier, siguiendo el impulso del ‘Espíritu Santo’. Sin duda, muchas personas escucharon el Evangelio por primera vez por medio de algunas de estas iglesias, y no quitamos los méritos a quienes se les debe. Pero la ‘victoria’ pentecostal fue acompañada de un caballo de Troya de doble tamaño. Siendo inestable en esencia por su énfasis no-bíblico en las revelaciones del Espíritu Santo, y siendo sumamente superficial en la mayoría de los casos, el pentecostalismo llevaba consigo el gran potencial de ser presa ella misma del sincretismo pagano. Y de hecho, cayó presa de una forma igual o peor que el Catolicismo anterior. Creyendo que combatía todos los males del Catolicismo, el pentecostalismo hoy manifiesta un fervor casi mayor por los mismos elementos de chamanismo, los talismanes, etc. En lugar de sacerdotes y rezadores, el pentecostalismo tiene apóstoles, ungidos y profetas – y estos juegan el mismo papel. En lugar de crucifijos y agua bendita, el pentecostalismo tiene aceite ungido y pañuelos benditos – y juegan el mismo papel. En lugar de sitios donde apareció la virgen, el pentecostalismo tiene sitios en el internet de donde puede bajar una bendición – juegan el mismo papel. En lugar de vender indulgencias y misas, el pentecostalismo vende milagros, éxito, salud y casi todo lo que usted quiera, con tal de que sea terrenal. El Catolicismo tenía una pequeña ventaja sobre el pentecostalismo de hoy – sus ventas por lo menos era para el perdón de pecados. Todavía no he visto en el pentecostalismo la invitación a sembrar la semilla para recibir perdón de pecados. De manera que la iglesia protestante en su versión pentecostal y neo-pentecostal no sólo siguió con el sincretismo religioso, ¡se empeoró! Llegando a ser totalmente pagana (de ‘paganus’, latín por ‘de la tierra’), mucho del pentecostalismo moderno llegó a las consecuencias lógicas del sincretismo, buscando sólo prosperidad terrenal. En lugar de aprender la lección de la historia, en lugar de unir esfuerzos con las iglesias históricas que buscaban la transformación verdadera del hombre, muchos de los movimientos modernos pentecostales y neo-pentecostales le ganaron a la Iglesia Católica al asumir el paganismo dentro de su seno. Hoy lo que se predica en muchos canales ‘evangélicos’ está a kilómetros de una fe bíblica y sana, pero sí llena las expectativas de muchos. Esto es porque la población latinoamericana fue preparada para el sincretismo pagano por la misma Iglesia Católica, y hoy se siente cómoda con ello.
Podemos esperar un avance del paganismo agresivo que proviene principalmente de Estados Unidos, un paganismo que ya no necesita de ropajes de ‘iglesia’. El paganismo puro procura borrar del todo el Jesucristo de la Biblia, si bien tolera a otro ‘Jesucristo’ inventado por hombres. La iglesia neo-pentecostal va a la vanguardia en esta tarea. Hace una semana oí un sermón entero predicado por un pastor de una de las iglesias neo-pentecostales más grandes de Costa Rica. Todo el sermón seguía el modelo chamanista de saber utilizar nuestras palabras para lograr prosperidad material. Casi no se mencionó el nombre de Jesucristo, y nunca se explicó de ninguna manera el propósito bíblico para el cual vino Cristo, ni mucho menos su persona y su obra. El ‘Jesucito’ mencionado al final del sermón en nada se asemejaba al Señor de gloria bíblico. De esta manera la misma iglesia neo-pentecostal está ayudando a preparar el camino para una sociedad totalmente pagana. Así que, vemos cómo el sincretismo Católico dejó intacta una predisposición al paganismo. Y gran parte del movimiento pentecostal y especialmente el neo-pentecostalismo sólo empeoró esta predisposición.
2) Un condicionamiento a seguir al ‘cacique’ o al ‘chamán’
Las tribus que encontraron los españoles y los portugueses obedecían estructuras chamanistas. Desde las tribus más primitivas hasta las grandes civilizaciones de Aztecas e Incas, los sacerdotes o chamanes jugaban un papel igual en importancia a la par del rey o el cacique. Resulta que España acababa de atravesar en su historia una etapa que unió como nunca antes el poder real con el poder religioso de la Iglesia Católica bajo Fernando e Isabel. Este modelo que llevaron a la América, una unión del gobierno con la religión, suplantó las instituciones que encontraron. Al fusionar la religión con el poder político, los españoles siguieron un patrón jerárquica y ‘chamanista’. Una clase de gobernadores y sacerdotes fue sustituida por otras personas, creando otra cúpula político-religiosa. Las aspiraciones tanto políticas como religiosas eran enfocadas en muy pocas personas. El matrimonio del Catolicismo con la política española y portuguesa, lejos de promover valores democráticos, y una religión dirigida por una pluralidad de personas, concentró el enfoque religioso en pocas personas. Tanto los gobernantes como la iglesia Católica alimentaban el caciquismo y el clericalismo. Enseñaban que este orden jerárquico era el orden de Dios. Promovían la idea de que los que estaban en el pináculo (los políticos o los clérigos), ocupaban ese lugar para el bien de la sociedad. La Iglesia enseñaba que toda verdad y toda gracia reposaba en ella, y que el individuo no tenía nada que aportar, sino debía ‘llegar a la Iglesia’ para conseguir gracia. Las masas no formaban la Iglesia, sino debían acudir a ella. Durante siglos las sociedades latinas han sido condicionadas a seguir pasivamente a los líderes Católicos, y es bien sabido el poder y la autoridad que manejaban cualquier sacerdote de rango más bajo en el pueblo más remoto. Prácticamente tenía la última palabra en cualquier asunto. Obviamente esta dictadura tenía su oposición – latente o más abierta. La rebelión contra la Iglesia Católica ha tomado diferentes formas en nuestros días – desde el abandono de ella para unirse a otras denominaciones, hasta rechazar totalmente su liderazgo-identificado con la Iglesia Católica.
Sin una tradición de pensar bíblicamente como Cristianos, y privados de toda iniciativa, muchas personas piensan que la religión es para recibir alguna bendición de un personaje de poder. Así era con la Iglesia Católica, y así sigue siendo con las iglesias evangélicas. Los nuevos ‘ungidos’ simplemente sustituyeron a los sacerdotes Católicos – ambos ‘caciques’ espirituales, ambos ‘chamanes cristianos’. No es casualidad que las ‘iglesias’ evangélicas más grandes de Latinoamérica no pertenecen a denominaciones por lo general, sino que son independientes y manejadas por el cacique local (léase – su propio papa), quien ofrece todo lo que las masas quieren oír. De esta manera la iglesia evangélica modela la estructura tradicional al ofrecer liderazgo por medio de caciques, en lugar de liderazgo por una pluralidad de líderes en consejo.
Una predisposición a seguir al cacique o chamán abre América Latina al potencial crecimiento del paganismo. La Biblia establece que la Iglesia sea organizada con base en pastores, ancianos y diáconos en consejo. El caciquismo no sólo es ajeno al orden bíblico, sino que es anti-bíblico. Así que cuando las iglesias ‘evangélicas’ sucumben al caciquismo, están abriendo paso a estructuras no-bíblicas. El paganismo florea con base en algún gurú.
Durante siglos la cultura latinoamericana-Católica fue condicionada a seguir a sus caciques – fueran políticos o religiosos. Esta predisposición sigue latente todavía en muchos sectores de la sociedad. Muchas iglesias evangélicas hoy no han desafiado estos valores, sino que se adaptaron a ellos. El problema que esto representa es doble: 1) Es contrario a la Palabra de Dios; 2) Al no estructurar la Iglesia como Dios manda, nos abrimos a influencias enemigas. Esto es lo que vemos con el ascenso del paganismo dentro de la iglesia hoy. El cacique local (‘pastor’) refuerza la tendencia latente a seguir a un cacique, a un chamán, a un gurú. Les dice que no piensen ni protesten, sino que le sigan a él totalmente. Usan términos bíblicos, por supuesto, como por ejemplo ‘sumisión al profeta’, ‘no sea insujeto’, etc. Y así, condicionadas de nuevo, las masas terminan atrapadas en las más absurdas enseñanzas posibles – ¡como por ejemplo bajando bendiciones del internet!.
El Cristiano latino necesita sacudirse del condicionamiento antiguo y moderno de los que ocupan posiciones para seguir con una opresión tanto política como religiosa. En el caso de la iglesia, todo Cristiano que asiste a una iglesia que no está organizada con base en los principios bíblicos probablemente debe dejar esa congregación y buscar una verdadera iglesia. Si su iglesia no tiene un verdadero consejo de ancianos que supervisan al pastor, si su iglesia no tiene diáconos que rinden informes transparentes de las finanzas, si no se practica la disciplina bíblica realmente de manera pareja (incluyendo a la familia del pastor) – no es una iglesia bíblica. Y las estructuras no-bíblicas permiten fácilmente las herejías no-bíblicas. El paganismo creciente que se propaga cada día más por los medios masivos se apoyará en el caciquismo. Somos bombardeados a creer a ciegas que la ‘semilla de fe’ realmente será bendecida por el chamán en la televisión. Somos manipulados a depositar plena confianza en la profecía de prosperidad que es para mí personalmente. Etc, etc. La predisposición hacia el caciquismo nos ha dejado vulnerables ya. Será peor en el futuro si no hacemos un giro en otra dirección. La Iglesia del Señor necesita re-organizarse con base en la Biblia para su propia seguridad y la de sus hijos venideros.
3) Aceptamos todo los que es ‘Made in USA’ sin evaluación crítica
Muchos objetos hechos en Estados Unidos son de buena calidad. Y muchos valores que tienen los norteamericanos son excelentes. Y ¿qué decir de nuestra deuda a la Iglesia del norte en cuanto a tantos esfuerzos misioneros que nos han bendecido? A pesar de los muchos errores también, todos estamos agradecidos por muchos de nuestros hermanos que han trabajado hombro a hombre en las trincheras de las misiones.
PERO. Siempre hay un ‘pero’, ¿verdad? No todo lo que brilla es oro, especialmente hoy en día. Lamentablemente muchos Cristianos en América Latina han recibido lo que enseñan en el norte sin la debida precaución. Me acuerdo cuando en Toronto se comenzó la famosa risa santa. Dentro de unas cuantas semanas ya se difundía en Latinoamérica. ¡Si fuéramos tan rápidos para imitar lo bueno! Y hoy en día la mayoría de las iglesias neo-pentecostales que se reían incontrolablemente hoy ya no lo practica. Fue una moda pasajera – y bien tonta también. Después de la risa santa fue el soplo de Benny Hinn. Soplaba y se caía la gente, y parece que sopla duro porque el próximo domingo en miles de iglesias latinas se seguía cayendo gente.
Pareciera que muchos pastores latinos ya no invierten en comentarios bíblicos, sino en televisores, para ver la próxima novedad de algún tele-evangelista de EEUU. Si uno alza el hombro izquierdo y mueve la cabeza de lado con un tic raro, de pronto aparecen los pastores haciendo lo mismo. ¿Has notado que todos tienen el mismo tipo de micrófono? Los púlpitos casi todos son modernistas, transparentes, parecen plásticos – lo cual acompañaría la calidad de su teología. Todos caminan de aquí para allá, casi corriendo – como si el culto fuera la hora de gimnasio. O tal vez están tan aburridos ellos mismos con su propio mensaje que deben moverse para no caer dormidos…
Los miembros de nuestras iglesias son iguales de crédulos. Entre semana miran algún tele-evangelista norteamericano en la televisión, y cuando llegan a culto el domingo les encanta que hayan añadido luces en la iglesia, cámaras de video para grabar el culto (¡tal vez pueden salir en el culto sonriendo!), su pastor ya no habla del pecado, la obra de Cristo y la necesidad de arrepentirse sino habla como el tele-evangelista acerca de ‘bendición’ y ‘prosperidad’, y todos aplauden frecuentemente.
En mis momentos más pesimistas pienso que en América Latina absorbemos las peores cosas de EEUU, dejando los mejores valores de lado. Si fuéramos equilibrados, sabríamos que, por ejemplo, con el caso de Benny Hinn muchos en la Iglesia norteamericana lo han confrontado y han ejercido presión para que cambie (cualquier búsqueda en el internet sobre Benny Hinn le llevará a varios sitios donde se puede comprobar esto). En algunas ocasiones Hinn se ha retractado – claro, sólo para seguir adelante con algún otro disparate. Mi punto es que muchos de nuestros hermanos en el norte tiene criterios críticos y están dispuestos a confrontar y reprender a los que enseñan el error. Esta es la actitud que nosotros todos debemos fomentar. La ‘calidad norteamericana’ es una calidad mixta, especialmente en materias de la religión. El apóstol Juan lo dijo hace muchos años: «Probad los espíritus si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo» (1 Juan 4:1).
Como Estados Unidos ahorita es la incubadora del paganismo moderno, la Iglesia en América Latina tiene que espabilarse más que nunca. Como el gnosticismo de los primeros siglos se escondió dentro de la Iglesia primitiva, escribiendo ‘evangelios’, secuestrando la figura de Jesús, inventando toda clase de aberración religiosa en nombre del ‘Cristianismo’ – así lo están haciendo los neo-gnósticos de hoy. Comenzando con EW Kenyon, Kenneth Hagin, Kenneth Copeland, Benny Hinn y otros, el gnosticismo moderno se ha arraigando bien hondo en la Iglesia evangélica. Si bien los evangélicos ya no visitan centros de brujería como algunos Católicos lo hacían, es porque no hay necesidad de hacerlo. Los gnósticos/paganos modernos proveen todo lo que proveía el antiguo Catolicismo junto con lo que proveían las brujas. La Iglesia Católica proveía seguridad de la salvación de una manera bastante fácil, y las brujas proveían prosperidad económica, éxito en el amor, etc. Ahora los chamanes evangélicos combinaron las dos cosas de manera muy astuta, ofreciendo salvación fácilmente (con sólo levantar la mano), y también ofrecen bendición, prosperidad, éxito en el amor, etc. Esto no es el Cristianismo. Es sencillamente el paganismo mal-disfrazado como Cristianismo.
La admiración por los ‘productos’ de EEUU posiblemente ha creado una ingenuidad ante los peligros religiosos. Hoy es menester que los Cristianos evalúen todo a la luz de la Palabra de Dios.
Conclusión
¿Cuántos predicadores evangélicos siquiera serían capaces de describir de forma adecuada la obra que realizó Jesucristo? Estamos hablando de la obediencia activa de Cristo cumpliendo los requisitos de la ley de Dios en nuestro favor, cumpliendo el pacto de obras, para así imputar su justicia a los que creen en él (Romanos 5:19). Estamos hablando de su muerte en la cruz, la que obtiene propiciación para el pecador (Romanos 3:25). Estamos hablando de la obra regeneradora del Espíritu Santo, obrando fe soberanamente por medio de la Palabra de Dios, convirtiendo corazones para que crean y obedezcan a Dios. ¿Cuántos son capaces de dar una explicación adecuada de los fundamentos de la salvación, tales como la predestinación, el llamamiento eficaz, la adopción, la justificación, la santificación, la glorificación (Romanos 8:30; Efesios 1:5)? Y ¿por qué no oímos nada acerca del ‘peso de gloria’ (2 Cor. 4:17) que hace que el hombre interior se renueva mientras el hombre exterior se desgasta? Y ¿por qué nunca presenciamos la Santa Cena en las grandes iglesias en la televisión? (por lo menos, nunca lo he visto). ¿Ya no son vigentes los sacramentos como medios de la gracia? Lejos estamos del Cristianismo histórico.
Las aplanadoras que compactan las calles parecen máquinas inmensas e imparables. Pero realmente no lo son. Con una sola manguera que se reviente se paran, porque se derrama el aceite hidráulico vital. El paganismo, cual aplanadora, invade a América Latina en varias manifestaciones, tanto en su versión ‘cristiana’ como en las versiones netamente paganas, gnósticas y místicas. Parece invencible, grande y fuerte. Pero la Palabra de Dios se asemeja una espada, que puede cortar aquella manguera hidráulica dejando sólo un cascarón a la orilla de la calle de la historia. Querido lector: sea cual sea el futuro, Dios le ha encargado la tarea de exaltar a Jesucristo y denunciar la mentira. Varios factores sociales y culturales podrían hacernos susceptibles al avance del paganismo. Pero Jesús promete específicamente a la iglesia pequeña y débil de Filadelfia: «Al que venciere yo lo haré columna en el templo de mi Dios…» (Apoc. 3:12). Cristo va a usar a los pequeños y débiles para confundir al mundo – pero debemos ‘vencer’.
¿Qué puede hacer usted hoy para que la mentira no engañe a su familia más? ¿Qué puede hacer hoy para que la mentira no engañe más a su amigo, su vecino, su hermano en Cristo?
Sólo hay dos opciones: Honrar a Cristo e impedir los engaños del paganismo, o facilitar su crecimiento al callar. Que Dios nos ayude.