Por Gene Edward Veith
Reforma Siglo XXI, Vol. 6, No. 1
SECULARES, LIBERALES, Y MUSULMANES YA NO tienen que temer a los cristianos conservadores, dice Dave Shiflett en el periódico The Wall Street Journal. Según él, los cristianos no tienen mucho interés en convertir a los paganos. No creen que en realidad existan «paganos», y tienden a creer más bien que todas las religiones son igualmente válidas. «Aun los cristianos más temidos – los pavorosos ‘nacidos de nuevo’ que han causado tantas dificultades para los cabecillas de la organización People for the American Way – a menudo aceptan la ley moderna de la tolerancia por encima de las enseñanzas tradicionales de su fe.» Él cita datos de encuestas del investigador cristiano George Barna que dicen que el 26 por ciento de los ‘nacidos de nuevo’ creen que todas las religiones son esencialmente iguales, y que el 50 por ciento de ellos cree que una vida de buenas obras permite que una persona vaya al cielo.
Shiflett continua, sin embargo, citando datos que causan duda de que algunos de estos cristianos nacidos de nuevo de veras estarán allá. Más de un tercio (35 por ciento) de los cristianos nacidos de nuevo no creen que Jesús resucitara físicamente de la muerte.
¿No es la fe en la resurrección de Jesús algo importante para la fe cristiana? Sobre todo a la luz de Romanos 10:9: «Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor» [esto los ‘nacidos de nuevo’ sí hacen] «y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos,» [esto no lo hacen] «serás salvo» [entonces, ¿son salvos?].
Más de la mitad de los cristianos nacidos de nuevo (52 por ciento), según los datos del señor Barna, no creen que el Espíritu Santo sea un ser viviente. En Hechos 19, el apóstol Pablo encontró un grupo de personas que decían que eran cristianas, pero nunca habían oído del Espíritu Santo. Pablo tuvo que evangelizarlos y bautizarlos de nuevo. ¿Hoy…?
Más cristianos nacidos de nuevo creen en el diablo que en el Espíritu Santo, aunque el 45 por ciento no cree que Satanás exista. El diez por ciento cree en la reencarnación. El 29 por ciento cree que es posible comunicarse con los muertos.
En cuanto a los asuntos morales, uno de cada tres de los cristianos nacidos de nuevo (33 por ciento), según los datos de Barna, aceptan las uniones matrimoniales del mismo sexo. Más de uno de cada tres (39 por ciento) cree que es moralmente aceptable que las parejas se junten antes del matrimonio. Y es significativo que los cristianos nacidos de nuevo tienen más probabilidad que los no creyentes de haber experimentado el divorcio (27 por ciento vs. 24 por ciento de la población general).
El señor Barna define a los «cristianos nacidos de nuevo» como aquellos que dicen que han hecho un compromiso personal con Cristo y que esperan ir al cielo porque han aceptado a Jesús. Él tiene una sub-categoría de cristianos nacidos de nuevo – los «evangélicos» – que cumplen con criterios más estrictos. Pero estos son solamente ocho por ciento (8%) de todos los cristianos americanos, dejando un 33 por ciento que componen los menos ortodoxos «nacidos de nuevo no-evangélicos».
¿Es esta desenfrenada incredulidad entre los que han ‘aceptado a Cristo’ un ejemplo de analfabetismo bíblico? O, ¿es una convicción positiva de que la fe es meramente una experiencia subjetiva mas que una declaración apropiada de verdades objetivas?
Sea como sea, esta es una evidencia fuerte de cómo el cristianismo americano se conforma a la cultura secular dominante. Se puede ser religioso, según lo que dice el posmodernismo, con tal de que su fe exista solamente en la mente. Si comienza a declarar que sus creencias son más que simplemente un estado mental que le hace sentirse bien, afirmando mas bien que lo que cree es una realidad objetiva y válida para todos, entonces usted llega a ser una amenaza intolerable para la sociedad. Aparentemente muchos cristianos están de acuerdo, y se sienten conformes con sus propias decisiones mentales privadas y experiencias místicas, sin referirse al Dios que existe fuera de ellos, revelado en Su Palabra y en Su Hijo crucificado y resucitado.
A veces los predicadores exhortan a la gente a «invitar a Jesús a su corazón» sin proclamar quién es Jesús y qué ha hecho por los pecadores. Este es un evangelismo que cae corto de la verdadera predicación del evangelio. El resultado será «nacidos de nuevo no-evangélicos».
Los nuevos cristianos, como infantes, necesitan ser alimentados, enseñados, y cuidados; si no, morirán en sus cunas.
Por lo menos, los cristianos no son los únicos confundidos por su cultura al sostener creencias contradictorias. Los ateos también están confundidos en su teología. «La mitad de los ateos y agnósticos dicen que cada persona tiene un alma, que existen el cielo y el infierno, y que hay vida después de la muerte,» informa el señor Barna. Además, «uno de cada ocho ateos y agnósticos aun cree que aceptando a Jesucristo como salvador probablemente hará posible tener vida después de la muerte.» Ellos creen que aceptar a Cristo puede llevar a la vida eterna, aunque no creen en Jesucristo. Al igual que los «nacidos de nuevo no-evangélicos».