PADRES, INSTRUYAN A SUS HIJOS

por Hermina Dykxhoorn

Reforma Siglo XXI, Vol. 5, No. 2

Si Dios es Dios, con seguridad creó un sistema que funciona.  Dios creó la familia como una patriarquía, o sea, ordenó la familia bajo la autoridad del padre.  Aunque ofensivo para nuestra sociedad moderna, y aún para muchas iglesias, este hecho es corroborado con regularidad por los estudios objetivos de investigación.

Una investigación reciente volvió a probar este punto de manera contundente.  La obra se llama The Demographic Characteristics of Linguistic and Religious Groups in Switzerland (Las Características demográficas de grupos lingüísticos y religiosos en Suiza)  y fue escrita por Werner Haug y Phillipe Warnier, y publicado por la «Federal Statistics Office», en Neuchatel, y también por el «Council of Europe Directorate General».  Esta investigación confirma sin duda las intenciones de Dios para su creación.

A diferencia con muchas investigaciones religiosas que son superficiales, los doctores Haug y Warnier hacían preguntas de fondo.  Querían saber específicamente si la religión del padre o la madre es transmitida a los hijos, y cuáles eran los factores críticos en esta transmisión.

Los resultados «asombrosos» indican que es la fe del padre, y no la de la madre, que es crucial en determinar la fe y práctica de los hijos.  Específicamente los investigadores encontraron lo siguiente:

● Si ambos – padre y madre – asisten regularmente a la iglesia, un 33% de sus hijos llegan a ser asistentes regulares, un 41% asisten con irregularidad, mientras un 25% no practican la fe en la cual fueron criados.

● Si la madre asiste regularmente mientras el padre asiste sólo ocasionalmente, sólo el 3% de sus hijos llegarán a asistir fielmente, un 59% asistirán esporádicamente, y el 38% de ellos perderán por completo su fe.

● Si el padre es inconverso y la madre asiste con regularidad, los eruditos suizos encontraron que sólo el 2% de los hijos llegarán a asistir fielmente, un 37% asistirán esporádicamente, mientras más del 60% de sus hijos nunca van a la iglesia cuando llegan a ser adultos.

Parece que la práctica de las madres tienen poca influencia sobre sus hijos.  En cambio, los investigadores encontraron los siguientes datos en cuanto a la influencia de los padres:

● Si el padre asiste a la iglesia con regularidad pero la madre muy poco, un 38% de los hijos asistirán cuando son adultos.  Y si los dos son fieles, un 33% continuarán en la fe.

● Sorprendentemente, los investigadores encontraron que si el padre practica su fe y la madre es completamente no-practicante, un 44% de sus hijos asistirán a la iglesia con regularidad.

● Aún si el padre asiste con irregularidad y la madre no asiste del todo, un 25% de sus hijos asistirán a la iglesia, mientras sólo 3% asistirán si el padre es irregular y la madre asiste fielmente.

● Cuando ninguno de los dos padres asisten a la iglesia, sólo 4% de los hijos llegan a la iglesia, mientras el 80% nunca van.  ¡Ninguna sorpresa aquí!

Este estudio demuestra que una madre sola, aunque sea fiel, sólo produce hijos que asistirán irregularmente.  Si los hijos son criados con un padre que no asiste a la iglesia, no importa qué tan entregada es su esposa – sólo un hijo en cincuenta llegará a ser miembro fiel de una iglesia.  Sin embargo, donde hay un padre fiel, no importa lo que haga su esposa, el porcentaje de hijos fieles sube entre 33% a 50%.

¿Cuáles son las implicaciones de esto?  El Rev. Robbie Low in la revista británica «New Directions» escribe: «no puedes contradecir la biología del orden creado.»  O como yo lo digo: «Si Dios es Dios, con seguridad creó un sistema que funciona».  

¿Cuál es este orden creado por Dios?  Sencillamente esto: una madre provee el cuidado necesario y el cariño para los primeros años de vida, mientras el padre interpreta el mundo afuera para sus hijos, y su lugar en ese mundo.  Si los hijos ven la iglesia como algo para «mujeres y niños», ellos obedecerán la enseñanza.

Nuestro mundo de hoy y la iglesia  moderna, ambos, militan en contra de la participación masculina.  El estado abismal de la familia hoy ya ha sido documentado por muchos.  Muchos factores están incluídos:  la infidelidad común de los padres que conduce a su ausencia en el hogar; relaciones confusas de padrastros, madrastras, etc.; figuras masculinas sombrías que entran y salen de las vidas de hijos sin padres.  Muchas mujeres, al llegar a ser adultas, buscan reponer el amor paternal que nunca tuvieron, con encuentros promiscuos sexuales.  Hombres que no tuvieron padre a menudo lo sustituyen con la pandilla destructiva. Todos estos ‘sustitutos’ sólo distraen a la persona para que no contemple al Padre celestial.

¿Cuál ha sido la respuesta de la iglesia para corregir estos caminos de destrucción?  Por lo general ha seguido, y no ha resistido, las corrientes del mundo.  «El liderato efectivo femenino» ha sido la orden del día.  Sacerdotisas, pastoras, biblias e himnarios libres de referencias a ningún género específico, y liturgias castradas de toda referencia masculina han sido las prioridades para casi todas las iglesias, con la excepción de unas pocas ‘conservadoras’.  Antes de los años 90, el balance entre los géneros era 45% hombres y 55% mujeres como promedio.  De acuerdo con el Dr. Low, los números van por 37% hombres y 63% mujeres.  Y la asistencia de los niños ha bajado en un 50% a 66%. De acuerdo con este estudio, la feminización de la Iglesia es su campana de muerte.  Si hoy ningún hombre asiste a tu iglesia, es muy probable que dentro de 20 años nadie asistirá.  La única esperanza hoy queda en enseñar con confianza la verdad bíblica, promoviendo un modelo patriarcal, que atraerá a los hombres, quienes atraerán a sus hijos.  Así se preservará la fe.

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