Cuando la gente esta convencida de que no hay verdad que conocer, sus mentes se cierran y la busqueda de la verdad les parece inutil. ¿Quién sabe lo que es verdadero o falso? ¿Cómo llegamos a saber lo que es verdad? ¿Qué estamos autorizados a creer? Estas preguntas se plantean, pero se quedan sin respuesta. Y quien cree poder responderlas es sospechoso de ser orgullosamente presuntuoso y de mentalidad cerrada.
En contraste con el omnipresente relativismo de nuestra cultura, esta exposición del Credo de los Apóstoles partirá de la firme confianza de que sí tenemos una Palabra segura de Dios en las Escrituras. Actuaremos desde la convicción de que lo que creemos ha de ser determinado por una fiel atención a la Palabra de Dios en las Escrituras.