UNA ADVERTENCIA PARA EL MUNDO: LA DECADENCIA SEXUAL DE CANADÁ Y LA COERCIÓN SANCIONADA POR EL ESTADO

Por Steven Martins

Reforma Siglo XXI, Vol. 20, No. 2

Fue supuestamente bajo la bandera de la “libertad” que Argentina legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo en el 2010, el primer país latinoamericano en hacerlo. Desde entonces, más de 15,000 parejas del mismo sexo se han casado en Argentina, y otros países han hecho lo mismo: Colombia, Brasil, Uruguay, la Ciudad de México y doce estados mexicanos. Siguiendo cerca detrás en una cuesta resbaloza están Chile y Ecuador, dos países que reconocen las uniones civiles entre parejas del mismo sexo.1 Sin embargo, “libertad” no es lo que las personas piensan. Para el progresista, la libertad es hacer lo que uno quiera sin restricciones morales, no es la libertad del pecado y de la depravación, y para proteger esta libertad, el pueblo en masa tiene que ser coaccionado para aceptar cualquier conducta antes considerada una desviación que ahora se exprese. Es un oxímoron, que para que haya libertad debe haber coerción. Para que haya libertad, debe haber esclavitud. Puede ser demasiado pronto para ver esto en gran parte de América Latina, pero si los países progresistas del Occidente son algún indicador, está claro que la coerción sancionada por el estado no está muy lejos.

Esta es una de las razones por las que no debemos ignorar estos desarrollos culturales. Un grave error de la Iglesia norteamericana fue pensar que cualquier cambio cultural que pudiera ocurrir en el mundo supuestamente ‘secular’ —como si existiera un plano de la realidad ni religioso—, las esferas ‘privadas’ de la Iglesia y la familia no se verían afectadas. Esto no podría estar más lejos de la verdad. Estas dos instituciones del pacto se erigen como guardias y guías en la sociedad humana. La Iglesia es la voz y las manos de Dios en su obra misional, y la familia es el seminario de la sociedad. Es por esta razón que Karl Marx, el filósofo alemán, comentó que “El secreto de la Sagrada Familia es la familia terrenal. Para hacer desaparecer la primera, esta última debe ser destruida, en teoría y en práctica”.2 Si el hombre quiere ser radicalmente libre para redefinir su realidad, debe acabar con la Iglesia y la familia, y lo que estamos presenciando en América Latina es solo el comienzo del ataque contra las instituciones del pacto de Dios. Como el pensador cristiano Joe Boot escribió: “Si puedes destruir la norma creacional del matrimonio y la familia, entonces estás destruyendo   la imagen de la eterna familia santa, Padre, Hijo y Espíritu Santo, y esto, al parecer, yace a la raíz de la guerra idólatra actual sobre la creación”.3

Como ciudadano canadiense, observo en el extremo Sur lo que ya ocurrió en el Norte, y me temo que, si la Iglesia y la familia permanecen en silencio, América Latina pronto experimentará la realidad de lo que los canadienses viven actualmente. De hecho, si la Iglesia de habla hispana quisiera saber exactamente qué significan estos cambios culturales para el futuro desarrollo de su sociedad, es decir, alguna previsión profética, Canadá debe ser su caso de estudio. Es con un gran pesar que debo decir que mi país es el ejemplo de lo que sucede cuando una cultura sustituye a Dios y su palabra por el hombre y su imaginación depravada. La apostasía religiosa no se limita a un lugar privado ni a las creencias personales de una persona, pues toda la vida es religiosa, abarca todos los aspectos culturales, y Canadá es un claro reflejo de esto.

LA LEY C-16

No hace mucho, la Cámara del Parlamento y el Senado de Canadá aprobaron una legislación llamada ley C-16. Esta ley, que ha sido fuente de gran controversia, es “un acto para enmendar la Ley canadiense de derechos humanos y el Código Penal” agregando identidad de género y expresión de género a la lista de motivos prohibidos de discriminación.4 En otras palabras, prescribe códigos de discurso obligatorios por el gobierno y penas legales por negar la comprensión aceptada de género, incluyendo multas monetarias, órdenes de cese y desistimiento y encarcelamiento si el acusado se niega a ser corregido por el tribunal.5

Liderando la protesta formal a este proyecto de Ley estaban el Dr. Jordan Peterson, profesor de la Universidad de Toronto, y D. Jared Brown, un abogado que habló ante el Comité Permanente del Senado sobre Asuntos Legales y Constitucionales. Entre otras consecuencias, Peterson advirtió al Senado que la ley C-16 viola lo que busca proteger -la libertad de expresión y la tolerancia- mediante la introducción de un “discurso obligatorio”, como referirse a una persona con su pronombre preferido, ya sea “zir, ze, etc.” en oposición a “él o ella”. Cabe resaltar que Peterson ha recibido dos órdenes de cesar y desistir de su empleador, y ahora puede enfrentar enjuiciamiento bajo la ley C-16 por “acoso” al negarse a referirse a los estudiantes por su “nombre autoidentificado y pronombre personal adecuado”, según la Comisión de Derechos Humanos de Ontario.6

Brown, un litigante comercial, declaró que el propósito oculto de la ley es perjudicar a todos aquellos que se niegan a cumplir con las nuevas normas ordenadas por el estado, y establece el precedente para la legislación futura al respeto del “discurso ordenado por el gobierno”. Afirmó además que la negación del acusado a aceptar la decisión del tribunal federal daría lugar a un desacato a la acusación judicial y al encarcelamiento hasta que se descarta el desacato.7 Hace algunos años en el Occidente, tal legislación solo se habría encontrado en la literatura distópica ficticia como la de George Orwell, Nineteen Eighty-Four. Pero ahora, las profecías culturales que antes consideraban el alarmismo de la mayoría de los cristianos con respecto a la dirección de nuestra sociedad se han convertido en una realidad inquietante.

DETRÁS DE LA LEGISLACIÓN

Los paralelos entre el estado ficticio y tiránico de Orwell en Oceanía y la dirección actual de la legislación canadiense son casi demasiado obvios. Bajo Ingsoc -abreviatura de un socialismo inglés- el estado controla cada aspecto del individuo humano, incluyendo el lenguaje artificial Newspeak, mediante el cual el estado cambia, elimina y reinventa los significados de las palabras, de modo que pueda preservar el orden social.

Esto es lo que estamos viendo en el paisaje canadiense, una guerra religioso-cultural contra el orden creacional de Dios, para que al eliminar la realidad objetiva, los humanistas seculares y paganos puedan lograr la paz —el fin de todos los conflictos sociales en términos del marxismo cultural— sustituyendo lo real con una ilusión. Por ejemplo, ‘hombre’ y ‘mujer’ ahora han sido retirados de las tarjetas de salud de Ontario para dar paso a las nuevas normas y términos construidos socialmente,8 el ‘género’ definido por nuestro sexo biológico está siendo negado para que pueda ser reinventado como una construcción fluida del lenguaje, no restringida por nuestro ser creado; incluso la palabra ‘homosexual’ se está abandonando cada vez más a favor de ‘queer,’ de modo que el lenguaje podría no afirmar implícitamente la norma bíblica heterosexual para la estructura y dirección del matrimonio y la sexualidad humana.9 Lo que estamos presenciando es una manifestación más pronunciada de nuestras diferencias presuposicionales, un claro contraste entre la verdad cristiana y las falsedades engañosas con respeto a lo que decimos y queremos decir acerca de la realidad. El profeta Isaías nos advierte de tal apostasía:

¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos! (Isa. 5:20-21)

LA COERCIÓN COMO ‘LIBERACIÓN’

Mientras esta guerra se embravece contra la verdad de Dios, ya podemos comenzar a ver las nuevas sanciones lega- les que acompañan a las normas sociales construidas, un medio coercitivo para someter al pueblo a la ideología revolucionaria del estado. Como Gabriele Kuby ha explicado en el libro The Global Sexual Revolution: Destruction of Freedom in the name of Freedom:
Cada cultura penaliza la violación de sus normas sexuales. Mientras que las personas antes pensaban que era una característica de las sociedades primitivas tener tabúes impuestos por todo, desde el ostracismo social hasta la pena de muerte, hoy encontramos que se aplican nuevos tabúes. Obtienen su validez a través de la exclusión social y la criminalización gradual, específicamente en el dominio que todas las culturas protegen con normas estrictas —el dominio de la sexualidad—. Una reversión ha ocurrido. Hoy se está aplicando la disolución de las normas morales y se está castigando a la oposición con exclusión y sanciones legales.10

Estas nuevas sanciones legales para imponer la conformación a las nuevas normas y la ética sexual patrocinadas por el estado son la esclavización al Big Brother que Orwell tan poderosamente ilustró; una esclavitud representada, en un sorprendente ejemplo de Newspeak, como la imagen de la libertad. Dicha libertad es tal vez mejor llamada autonomía radical, la cual John M. Frame define como la independencia total de Dios a lo largo de tres aspectos integrales de la filosofía de la vida: existencial, moral y epistemológico.11 Esta agenda, cree el hombre natural, puede ser apurada por el Parlamento y el Senado para afectar la cultura y mantener al público ignorante de la verdad. Y de hecho, este ha sido el caso, ya que la mayoría de los canadienses han descubierto estos Decretos y Proyectos cuando ya han pasado o están a punto de convertirse en ley. ¿Y de qué otra manera podemos explicar la creciente hostilidad de la cultura hacia la verdad de la cosmovisión cristiana?

Considera, por ejemplo, la ley 89, la cual se aprobó el 1 de junio del 2017.12 Esta legislación provincial concede poder al estado para confiscar niños de familias que no afirman  la identidad de género preferida de un niño, mientras que también otorga autoridad a las agencias estatales para prohibir a las parejas criar o adoptar niños si no están de acuerdo con la fluidez de género por motivos religiosos.13 El estado subvierte a la familia, imparte sus valores a través de sus sis- temas educativos y anula los derechos de los padres como educadores principales. De hecho, los niños ahora pueden denunciar a sus padres y reportarlos por decir o hacer algo contrario a la ideología del estado, lo que lleva a una separación del niño y el padre y a multas posibles bajo la ley C-16. Jack Fonseca, estratega político principal de Campaign Life Coalition, afirma: “Con la aprobación de la ley 89, hemos entrado en una era de poder totalitario por el estado, como nunca antes se había presenciado en la historia de Canadá”.14

Este es el resultado esperado de la apostasía de Canadá, un consenso cristiano fuerte y vibrante que una vez construyó la sociedad canadiense sobre principios cristianos, pero los canadienses ahora se han desviado hacia la apostasía religiosa, y al negar al verdadero Dios llenaron el vacío religioso con un humanismo militante (bajo la apariencia de un secularismo neutral), en el que el hombre y su vida interior o imaginación se convierten en la medida de todas las cosas.

Claramente estamos aún por aprender las lecciones de la historia. La búsqueda humanista de la realización de la sociedad ‘ideal’ siempre ha terminado históricamente en desilusión y tiranía, y no hay una razón convincente para creer que esto vaya a cambiar. No puede haber paz, libertad, o justicia dondequiera que la palabra de Dios sea abandonada. El triste estado de la sociedad canadiense no es más que el resultado de dar al hombre pecador la libertad para  abusar de la creación, una forma del juicio de Dios por haber cambiado la gloria del Creador por la creación (Rom. 1:18-32). Sin embargo, podemos estar seguros de que nada de esto está fuera del plan y los propósitos de Dios para la creación, Él es soberano sobre todas las cosas, y aunque no parezca evidente para nosotros que Cristo reina en su trono, debemos caminar con fe y confianza en la promesa de su palabra de que todas las cosas están siendo sujetadas a Él (1 Cor. 15:25-27).

Esta ‘fe’ no es una espera quieta por su regreso, una paz producida por una esperanza situada solamente en el futuro lejano. La fe de la Iglesia se da a conocer en su llamado como sal y luz del mundo (Mat. 5: 13-16), para que como la sal tiene un efecto conservador y la luz brilla en la oscuridad, así también la Iglesia en su ministración del evangelio pueda preservar la bondad de la creación de Dios y ser usada como instrumento de la gloria de Dios en la redención y renovación de todas las cosas.15 Es una fe activa y una esperanza siempre presente a la que somos llamados.

Poco importa qué ilusión el hombre natural intente imponer a través de la propagación de su religión/ideología humanista en la legislación estatal, el mundo es de Dios y está definido por la palabra-ley de Dios, que consiste en su revelación especial y general.16 El hombre tiene tanto poder para borrar la verdad de Dios de la realidad como lo tiene para quitar el horizonte con una esponja, como Nietzsche expresó tan dramáticamente. Y es con esto en mente, (i) la victoria absoluta de Cristo en el avance de su reino y (ii) la inutilidad del hombre natural, que debemos oponernos vigorosamente a tal falsedad. Esto consiste en orar por nuestros líderes nacionales, provinciales y municipales, comunicarnos con los oficiales elegidos, escribir cartas a los editores de periódicos, formar, unirnos a o apoyar grupos de acción política (por ejemplo, CCBR, ARPA), y mientras hacemos todo esto, exponer con sumo cuidado la ilusión del humanismo como dañina para uno mismo y para la sociedad al mismo tiempo que llamamos a las naciones al arrepentimiento. Esto significa un rechazo total de la autosuficiencia intelectual y una completa rendición al Señorío de Cristo en todas las áreas de la vida.

Canadá puede ser una advertencia para el mundo, nuestra decadencia sexual y moral es el resultado de nuestra pobreza espiritual y apostasía religiosa, pero ese no tiene que ser el futuro de América Latina. Todavía hay tiempo para enderezar el barco, y le corresponde a la Iglesia y la familia, en el cumplimiento de sus respectivos mandatos. Un periodista de la revista Quartz presuntuosamente dijo que “América Latina se ha convertido en un líder improbable de los derechos LGBT”, creo que si la Iglesia y la familia fuesen fieles en su testimonio e instrucción integral, América Latina podría convertirse en un líder en la defensa de las normas y la ética sexual bíblica. ¡Qué golpe sería para la ONU y todos los otros grupos que buscan avanzar sus agendas humanistas, y qué gloria traería a Dios mientras la verdad es proclamada! Así como el padre de la Iglesia Atanasio defendió la verdad doctrinal contra el mundo en el siglo iv, así también debemos defender la verdad de Dios como apologistas culturales contra mundum.

NOTAS:

  1. Anna-Catherine Brigida, “Latin America has become an unlikely leader in LGBT rights”. Quartz. Accessed July 02, 2018, https://qz.com/1288320/ despite-its-catholic-roots-latin-america-has-become- an-unlikely-lgbt-rights/.
  2. Karl Marx y Friedrich Engels, Gesamtausgabe (MEGA), Vol. 3 (Berlin: Akademie Verlag, 1976), 6.
  3. Joe Boot, “Revolutionary Sexuality”, Ezra Institute. Accessed July 02, 2018, https://www.ezrainstitute.ca/ resource-library/blog-entries/revolutionary-sexuality.
  4. “C-16 (42-1) – First Reading  –  An  Act  to  Amend  the Canadian Human Rights Act and The Criminal Code – Parliament Of Canada”, Parl.Ca, last modified 2017, accessed June 2, 2017, http://www.parl.ca/ DocumentViewer/en/42-1/bill/C-16/first-reading.
  5. Lianne Laurence, “Radical Canadian Bill Could Mean Jail for Rejecting Transgenderism: Critics”, Lifesitenews, last modified 2017, accessed June 2, 2017, https://www. lifesitenews.com/news/canadian-bill-opposing-trans- genderism-will-put-you-in-jail?utm_source=Life- Petitions+petition+signers&utm_campaign=8e94a- ca341-Canadian_5_26_2017&utm_medium=emai- l&utm_term=0_c5c75ce940-8e94aca341-399403189.
  6. Ibíd.
  7. Ibíd.
  8. “Gender-Neutral Ontario Health Cards  Rejected  as ID for Passport Application”, CBC News,last modified 2017, accessed June 16, 2017, http://www.cbc.ca/news/canada/hamilton/ gender-neutral-passport-issue-1.3707405.
  9. “Revolutionary Sexuality”, Ezra Institute for Contemporary Christianity, last modified 2017, acces- sed June 16, 2017, http://www.ezrainstitute.ca/ resource-library/blog-entries/revolutionary-sexuality.
  10. Gabriele Kuby, The Global Sexual Revolution: Destruction of Freedom in the name of Freedom, trans. James Patrick Kirchner (Ohio: LifeSite, 2015), 10.
  11. John M. Frame, A History of Western Philosophy and Theology (Phillipsburg, NJ.: P&R Publishing, 2015), 14.
  12. “Bill 89, Supporting Children, Youth And Families Act, 2017 | Legislative Assembly Of Ontario |Bills & Lawmaking |Current Parliament”, Ontla.On.Ca, last modified 2017, accessed June 2, 2017, http://www. ontla.on.ca/web/bills/bills_detail.do?locale=en&Bi- llID=4479&detailPage=bills_detail_the_bill.
  13. Lianne Laurence, “Ontario Passes ‘Totalitarian’  Bill Allowing Gov’t to Take Kids From Christian Homes”, Lifesitenews, last modified 2017, accessed June 2, 2017, https://www.lifesitenews.com/news/ breaking-ontario-passes-totalitarian-bill-allowing-go- vt-to-take-kids-from-c.
  14. “SIGN THE PETITION: Ontario MUST Repeal Totalitarian LGBT Bill”, Lifesite Petitions, last modified 2017, accessed June 2, 2017, https://lifepetitions.com/ petition/ontario-bill-89.
  15. Charles H. Spurgeon, “Matthew 5 Commentary – Spurgeon’s Verse Expositions of The Bible”, Studylight. Org, last modified 2017, accessed June 2, 2017, https:// www.studylight.org/commentaries/spe/matthew-5. html.
  16. The Christian philosopher Herman Dooyeweerd taught that “physical, chemical, and biotic laws (among others), together with norms such as those that call forth and bind humans to think logically, to socialize hospitably, to provide careful stewardship for the crea- tion, to do justice, and to love the neighbor – that all of these laws and norms constitute the governing con- ditions that God has established for the creation” in “First Principles – Philosophy Of The Cosmonimic Idea: Herman Dooyeweerd’s Political And Legal Thought”, First Principles Journal, last modified 2017, accessed June 16, 2017, http://www.firstprinciplesjournal.com/ print.aspx?article=1591.

Steven Martins es apologista y escritor para el Ezra Institute for Contemporary Christianity. Tiene una Licenciatura en Administración de Recursos Humanos de York University (Toronto, Canadá), y está estudiando para obtener su Maestría en Artes en Apologética Cristiana en Veritas Evangelical Seminary (Santa Ana, California, USA). También escribe artículos para la Coalición por el Evangelio. Steven está casado con su esposa Cindy y viven en Toronto.

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